Las calles de Buñol se tiñen de rojo cada año, cuando unas 20.000 personas se lanzan tomates unos a otros durante la fiesta de la Tomatina, que se considera la “pelea de alimentos” más grande del mundo. Mientras, en otras partes del mundo donde la Tuta Absoluta devasta los cultivos, muchos envidian que España pueda permitirse ese “lujo”.
La Tuta Absoluta, una polilla muy dañina
En todo el mundo, los cultivos de tomate están siendo devastadas por una polilla invasora no más grande que una pestaña. Originaria de Chile, la Tuta absoluta, también conocida como la polilla del tomate, se introdujo en Europa en el año 2006 a través de una partida infestada que llegó a Castellón. La plaga se extendió rápidamente por toda Europa y de allí pasó a Oriente Medio, África y Asia.
Las polillas tienen una alta capacidad reproductiva, ya que cada hembra produce hasta 300 crías durante su vida y sus huevos son lo suficientemente pequeños para ser transportados por el viento. Las larvas devoran las hojas, tallos, frutos y flores del tomate, por lo que, si no se lo controla, la plaga puede acabar con el 100% de un cultivo.
Aunque el alcance del daño en Europa es muy amplio (desde España a Lituania), muchos agricultores han mantenido a la polilla bajo control con un arsenal de tácticas especializadas, que incluyen feromonas que atraen a las polillas hacia las trampas o interrumpen su ciclo reproductivo, biopesticidas basados en bacterias, hongos o aceites, pesticidas altamente selectivos y la introducción de enemigos naturales del insecto.
En los países con bajos recursos económicos, los agricultores a menudo no son capaces de tomar medidas hasta que la plaga ya se ha instalado y lo hacen recurriendo a los pesticidas que tienen más a mano, que normalmente matan a un amplio espectro de plagas. Además, estos productos químicos son perjudiciales para el medio ambiente y pueden generar resistencia a los químicos empleados.
Cultivos devastados
La cifra de cultivos arrasados es particularmente alarmante en los países en desarrollo, donde muchos agricultores no pueden permitirse el lujo de combatirla. A principios de este año, las autoridades del norte de Nigeria, donde los tomates son un elemento básico de la dieta, declararon el estado de emergencia en el estado de Kaduna, un importante productor de tomates del país.
Para mayo, la polilla había destruido más del 80 por ciento de los cultivos de tomate en Kaduna, lo que disparó los precios y provocó un desbalance económico. Un sitio web local aprovechó la oportunidad para mostrar fotos de La Tomatina, que causaron una gran conmoción entre los nigerianos.
En algunos países, el problema se reduce a una falta de conocimiento técnico o de apoyo del gobierno. Con fondos de la USAID, Muni Muniappan, el director del Laboratorio de Innovación MIP con base en Virginia Tech, ha estado impartiendo talleres en todo el mundo para ayudar a los agricultores a prepararse para la inevitable propagación de esta polilla, que también ataca a las patatas, berenjenas y pimientos.
¿Cómo acabar con esta polilla?
Enfrentar una plaga «requiere mucha formación e información,» dijo el Dr. Muniappan. Por ahora, su trabajo se limita a siete países, como Bangladesh y Nepal, donde los científicos detuvieron con éxito el inicio de una invasión de Tuta absoluta a principios de este verano.
Los expertos dicen que es sólo cuestión de tiempo antes de que la polilla invada el resto de países que por ahora se encuentran libres de esta plaga, incluyendo los Estados Unidos, donde el Departamento de Agricultura regula y vigila atentamente la importación de tomates desde 2009, para impedir la llegada de la Tuta Absoluta.
El problema ya está mostrando signos de estabilización en algunos países africanos, como en Kenia, donde se detectó por primera vez la polilla en 2013. Los agricultores están empezando a utilizar señuelos de feromonas, insectos que las atacan y alternando los tomates con otros cultivos que los protegen, dijo Fathiya Khamis, una científica del Centro Internacional de Fisiología y Ecología de insectos de Nairobi.
A medida que los agricultores adopten estrategias más sostenibles, se espera que los precios logren estabilizarse y aunque haya un aumento, no será de la magnitud de las alzas que ocasionan las enormes pérdidas por daños masivos a los cultivos.
¿Tomatina en entredicho? Desde muchos países que experimentan grandes problemas con sus cultivos, se han oído quejas respecto a la tradicional fiesta española, ya que consideran que La Tomatina es un desperdicio de comida (y de recursos para producirla) en un mundo que va camino de padecer cada vez más hambre.
Pero sus organizadores alegan que no están contribuyendo a la escasez de tomate, ya que las casi 160 toneladas de tomates silvestres que se emplean en el festival, se cosechan en el oeste de España con ese único fin. Un representante de la fiesta dijo que: «Es como cultivar árboles para hacer papel picado para un partido».